Ha sido recurrente el señalamiento que casi la mitad de lo que comemos en México se importa y también, es común encontrar problemas de comercialización de los productos agroalimentarios en las regiones donde se obtienen. No son problemas de producción, sino de distribución y consumo.
Si cada uno de los 32 millones de estudiantes que hay en nuestro país, comiera una manzana un día a la semana, se requerirían más de mil 200 millones de manzanas durante las 40 semanas del ciclo escolar, es decir, casi 300 mil de las 750 mil toneladas que se producen anualmente. Por supuesto que en la práctica esto no es matemático.