domingo, 5 de julio de 2015

Necesidades de investigación para el desarrollo... por Alberto Jiménez Merino

Muy grata sorpresa me causó la visita al Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario (CBTA) 79 del municipio de Zinacatepec, Puebla, al conocer los programas de investigación de gran visión que desarrollan los docentes y estudiantes, a la altura de las instituciones de nivel superior.

Por un lado, un grupo realiza colectas de jitomates silvestres que existen en el estado y, a través de técnicas de mejoramiento, desarrollan, hoy, 10 variedades propias. Hay mucho jitomate y jitomatillo en la Sierra Norte. Hace apenas unos días visité también la empresa Hortisen, en Atlixco, dedicada a cultivar jitomate uva, la única en el estado. En este caso, cada semilla proviene de Canadá y su costo es de un dólar.

No había conocido a un genetista mexicano en una institución pública dedicado a generar variedades, por ello lo destaco, felicito, reconozco y como Delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) me comprometo a apoyar.

De igual forma, un grupo de destacados docentes ha realizado 75 colectas de semillas de maíz del valle de Tehuacán. Con ellas están trabajando para obtener 9 variedades sintéticas de este importante grano, lo que implica más rendimiento, más calidad, pero sobre todo la adaptación a condiciones adversas y menor precio para los campesinos.

Grandes esfuerzos realiza el CBTA 79 de Zinacatepec para recuperar el chile poblano con acolchado y goteo. También en el fomento al cultivo de la soya, quinoa, maíz QPM y forrajes; pero aún hace falta mucho trabajo de capacitación demostrativa y validación en tecnología para su trasferencia.

Por todo lo anterior, acordamos investigar y trabajar conjuntamente para conocer más acerca de la flora medicinal, especialmente el orégano mexicano, la damiana y la salvia que abunda en los ejidos de Xochitlán Todos Santos, Tehuacán, Zinacatepec, Tlacotepec de Benito Juárez, Ajalpan, Coxcatlán y docenas más de municipios de la Mixteca.

A la par, tuve la oportunidad de participar en un encuentro con los investigadores del Colegio de Postgraduados Campus Puebla y allí hable de las necesidades de investigación agroalimentaria que tiene nuestro estado.

En el inventario de problemas con alto grado de aproximación, hemos contabilizado 96 problemáticas de la producción y el ambiente que incluyen la falta de agua, la erosión del suelo y la comercialización.

Sólo 20 problemas se encuentran atendidos por el Sistema Educativo o las políticas públicas. Al menos 76 de ellos no lo está atendiendo nadie por lo que se han agravado en los últimos años.

Basta señalar que la población del estado, que esta por abajo de la línea de bienestar, supera un millón 900 mil habitantes y que Puebla está entre los 5 estados con mayor desnutrición infantil.

¿Cuáles son entonces las necesidades prioritarias de investigación? Aquellas que permitan atender y resolver los principales problemas de la sociedad, del ambiente y de los sectores productivos. Aquella que eleve la productividad, eleve rendimientos, reduzca costos, mejore la alimentación, revierta el deterioro ambiental, desarrolle la productividad, y mejore la comercialización. 

Quizá una de las más importantes necesidades de investigación sea cómo generar apoyos y soluciones más integrales, cómo promover el emprendedurismo y la creación de empresas, micro y pequeñas, medianas y grandes, que no mueran antes de dos años para saber qué necesidades de investigación existen, no hay nada mejor que tomar en cuenta a los usuarios y los tomadores de decisiones. 

El trinomio Universidad, Gobierno y Empresa, sectores productivos de nuestro país, aún siguen siendo una gran fórmula.


@jimenezmerino
Fb: alberto.jimenezmerino


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