domingo, 27 de octubre de 2013

Bartlett arremete contra Marín, Melquíades y Estefan

Entrevista publicada en e-consulta
Álvaro Ramírez Velasco 


  • Marín se convirtió en un corrupto que perdió la brújula: Bartlett
  • El senador señala que Melquiades Morales Flores fue un pésimo gobernador y cuestiona la riqueza de Jorge Estefan Chidiac

Aunque más de uno de sus detractores le endilga la paternidad política, la creación, de un personaje como Mario Marín Torres, el senador del Partido del Trabajo (PT) y ex gobernador de Puebla, Manuel Bartlett Díaz, rechaza la responsabilidad y considera al también ex mandatario como un “corrupto que perdió la brújula” y se ahogó, como otros, en la “concupiscencia, la búsqueda del dinero, la desesperación de robar como locos”.

En entrevista con e-consulta, Bartlett –quien asegura que no ha variado nunca su ideología y considera que el PRI se pudrió– metió en la misma bolsa de “corruptos” a quien fue su sucesor en Casa Puebla, Melquiades Morales Flores, al calificarlo como “un pésimo gobernador, un pillo y después un peor senador”.

También le tundió duro a uno de sus ex colaboradores, quien en el sexenio de 1993 a 1999 fue uno de sus principales soldados, Jorge Charbel Estefan Chidiac, a quien reprochó hacerse “inmensamente rico, a la sombra de otras gentes (sic)”.

Sobre Estefan, quien fue titular de la Secretaría de Desarrollo, Evaluación y Control de la Administración Pública (Sedecap) en la administración bartlista y hoy es director Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi), Bartlett también marca distancia y rechaza cualquier responsabilidad sobre sus actos posteriores al trabajo conjunto.

El indígena bueno que se pervirtió

Con pausa en la conversación en la ciudad de Puebla, sin rehuir ningún tema, Manuel Bartlett Díaz habla de Mario Marín y recapitula cómo era su actuar en los albores de 1990, cuando el hoy senador de la República llegó como gobernador de Puebla.

En ese entonces, la capacidad de Mario Plutarco y su origen indígena fueron cualidades que Manuel Bartlett ponderó para sumarlo a su equipo cercano de trabajo, pero también aclara que el oriundo de Nativitas Cuautempan ya traía su propia historia, trayectoria política y en la administración pública, cuando él lo conoció.

“Mario Marín fue un funcionario ejemplar durante muchos años. Indígena, humilde, serio y trabajador. Pero cuando yo llegué a Puebla como gobernador, él ya tenía una larga historia en el gobierno priísta. Fue secretario particular de Melquiades (Morales Flores); estuvo con el otro que fue presidente del Tribunal (Superior de Justicia del Estado), (Guillermo) Pacheco Pulido, y estaba de subsecretario de Gobernación (estatal) cuando yo llegué.

“Mario Marín es un hombre del aparato del PRI, y yo me encuentro un hombre eficiente, útil, sobrio, serio, y trabajó conmigo, como muchos poblanos que se incorporaron conmigo, jóvenes, otros con tradición… y Marín fue subsecretario de Gobernación conmigo y luego secretario de Gobernación… Conmigo siempre cumplió, fue un funcionario eficaz, de origen indígena, que es lo que era más valioso de él…”

Entonces, el coordinador de los senadores petista pone una pregunta y de inmediato él mismo da la respuesta.

“¿Después qué pasó (con Mario Marín)? Después se descompuso todo. Se convirtió en un corrupto, se dedicó a los negocios, perdió la brújula. Ese Marín yo no lo reconozco como una gente que tuviera una relación conmigo”.

Estefan, el inmensamente rico

El ex gobernador poblano fustiga también a otros personajes que participaron como funcionarios en su administración: “yo no soy responsable además de otros tantos más. Ahí estuvo (Jorge Charbel) Estefan (Chidiac), también conmigo, quien se hizo inmensamente rico a la sombra de otras gentes (sic)”.

Pero también aclara que “otros han sido honestos, responsables, en la línea que yo considero es la obligación de todo funcionario público mantener: estar ajeno a la concupiscencia, a la búsqueda del dinero, a la desesperación de robar como locos. Eso es totalmente repudiable”.

“El PRI está podrido”

En una amplia entrevista sobre diversos temas con e-consulta, el hoy senador por el PT, quien en los años 80 fue un ícono del priato, asegura que el Revolucionario Institucional ya no existe como un partido que busca la democracia y la justicia social; hoy “está podrido”.

“Es que el PRI no existe. ¿Puedes tú pensar que sean el PRI Peña Nieto y sus secuaces, que están ofreciendo el petróleo y la electricidad a los Estados Unidos? ¿Ese es el PRI?

“¿Tú puedes pensar que el PRI es el partido que votó hace unos días una reforma laboral para cercenarles los derechos a los trabajadores, cuando uno de los pilares del PRI eran las organizaciones obreras? Eso no existe ya. Está podrido”.

Manuel Bartlett Díaz, a quien hoy se identifica como militante de izquierda, sin que formalmente esté afiliado a ningún partido ni al Movimiento Regeneración Nacional (Morena) de López Obrador, asegura que no ha variado en su ideología a lo largo de los años:

“Yo sigo manteniendo las mismas posiciones de siempre. Siempre estuvimos con la Constitución, con la soberanía nacional... y en contra de la presión norteamericana.

“Entonces yo no he cambiado, pero pienso que el único líder en este país que es oposición al dominio de las trasnacionales y el neoliberalismo, contra el franquismo-salinista corrupto de Peña Nieto… es Andrés Manuel López Obrador”.

-¿Entonces terminará usted militando en Morena?

-No sé, a mí no me han invitado a Morena. Yo estoy en el Senado cumpliendo una función. No he cambiado mi ideología nunca, soy nacionalista, soy partidario de lo que era antes, que ya borraron, el lema del PRI “democracia y justicia social”, y en este país no hay ni democracia ni justicia social.