lunes, 26 de noviembre de 2012

Las mentiras del fraudulento curso del PRI


Columna publicada en e-consulta
La Corte de los Milagros
Rodolfo Ruiz

Una muestra clara y fehaciente de que el “Curso Propedéutico de Capacitación Ideológica” dirigido a los aspirantes del PRI a presidentes municipales y diputados al Congreso del estado, fue un fraude y no puede ser considerado como un requisito para participar en los procesos de selección interna, son los casos de Enrique Agüera Ibáñez, Enrique Doger Guerrero, José Chedraui Budib y Edgar Salomón Escorza.

Ninguno de los tres primeros —que son las cartas fuertes del PRI para la alcaldía de Puebla— pagó su cuota de inscripción ni acudió a tomarlo en alguna de las cuatro sedes donde se impartió este fin de semana.

Pero además hubo otros que sí se registraron, pagaron su cuota de 10 mil o 15 mil pesos a la Secretaría de Finanzas del Comité Directivo Estatal del PRI, pero no acudieron ninguno de los dos días y, sin embargo, cuentan con un diploma que acredita su participación.

Entre ellos, ni más ni menos que el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política de la LVIII Legislatura local, Edgar Salomón Escorza, quien aspira a la presidencia municipal de San Martin Texmelucan y debió recibir su capacitación en el hotel Presidente Intercontinental.

El diputado y coordinador de la bancada del PRI en el Congreso local no se presentó el sábado ni el domingo al “Curso Propedéutico de Capacitación Ideológica”; a pesar de ello, el delegado presidente saliente del tricolor, Fernando Morales Martínez, le firmó su diploma como participante.

Constancia que recibió el domingo al filo de las 13:40 horas el coordinador de asesores de Edgar Salomón en el Congreso, José Luis Ambrosio Salgado.


Este detalle no pasó inadvertido para otros aspirantes del PRI a la alcadía de Texmelucan que también se inscribieron al fraudulento curso, como la periodista Rita Sánchez Jiménez, la ex diputada federal Janet González Tostado, el empresario Eduardo García Márquez y la actual presidenta del DIF Municipal, María de Lourdes Ocaña Gallegos, así como para la esposa y el ex secretario particular de Carlos Sánchez Romero, María Angélica Salazar Martínez y José Luis Domínguez Sánchez.

A todos ellos extrañó la ausencia, durante los dos días del curso, de Edgar Salomón, pero más el hecho de que, a pesar de esto, le haya sido entregado, a través de su coordinador de asesores, un diploma suscrito por el dirigente saliente del PRI, Fernando Morales Martínez, que este domingo fue renunciado.

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Una de las primeras acciones que Pablo Fernández del Campo Espinosa debe asumir, en su calidad de nuevo delegado presidente estatal del PRI, es declarar la invalidez del “Curso Propedéutico de Capacitación Ideológica” como requisito para los aspirantes de su partido que busquen una diputación o una alcaldía.

De lo contrario, no faltará quien le eche en cara el fraude de Edgar Salomón, que recibió una constancia sin acudir a las sesiones de capacitación ideológica, o por qué hay priístas que no pagaron el curso ni acudieron a tomarlo y pueden registrarse como precandidatos, si su antecesor en la dirigencia estatal del PRI había dicho que ello no sería posible.

Pablo Fernández tendrá que buscar una buena salida al enredo, pues de lo contrario no serán pocos los priístas que exijan la devolución de sus 5 mil, 10 mil o 15 mil pesos por un curso que, al final, no será condición para participar en los procesos internos de selección candidatos del PRI.

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A propósito.

Me cuentan que en una de las últimas sesiones del domingo, el secretario de Elecciones del Comité Directivo Estatal del PRI, José Alarcón Hernández, quien participó como instructor en el “Curso Propedéutico de Capacitación Ideológica”, preguntó a los aspirantes a presidentes municipales y diputados al Congreso del estado qué método de selección preferían y que la inmensa mayoría, por no decir casi todos, se pronunció por la consulta directa a la base.

Lo paradójico del asunto es que este procedimiento es precisamente el que menos se utilizará. Y si no, al tiempo.

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Simón dice:

El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera.

Alexander Pope (1688-1744) Poeta inglés.