domingo, 19 de julio de 2015

Agua para el desarrollo y la privatización de un derecho humano... por Alberto Jiménez Merino

Actualmente, 245 ciudades del mundo, entre las cuales se encuentran París y Buenos Aires, han vuelto al control estatal del servicio del agua después de haber ensayado la privatización como forma de suministro a la población.

El acceso al agua es un derecho humano, quizás hasta más importante que el derecho a la alimentación, puesto que sin agua no se puede alcanzar a vivir tres días. Y, está demostrado que, la privatización incrementa considerablemente los cobros por el servicio y disminuye la atención a los usuarios.

Por ello, regresar al control estatal el suministro de agua es una tendencia mundial que no tiene retorno. Y no debe este derecho humano sujetarse a aspectos simplistas de rentabilidad o mala administración de los organismos operadores. Sin agua no hay salud, no hay producción, no hay desarrollo. La falta de agua es la razón de la pobreza de millones de personas. Sin agua no hay nada.

Acarrear agua para las necesidades de la familia fue una de las funciones que me tocó desempeñar cuando era niño, en Xantoxtla, perteneciente al municipio de Tecomatlán al sur del estado de Puebla, allá por los años 60’s. Traer el agua cargando del río Mixteco, a 2 kilómetros de distancia, y después, desde un pozo noria hecho para riego. Más adelante lo hicimos con cántaros y bestias de carga. Así lo hacen aún en muchas comunidades de Puebla y de México.

En ese tiempo no había motobombas, los campesinos aprovechaban el agua con acequias y la subían del río mediante el invento chino que llamamos noria, una rueda de la fortuna con cubetas o cántaros en lugar de asientos, movida por la corriente y poniendo el agua en canoas de madera hacia las parcelas.

Haber sido acarreador de agua en la infancia es lo que me da autoridad para hablar del ella. Una necesidad vivida en carne propia me obligó a investigar más sobre el problema. Y al conjuntar información al respecto, un día nació el proyecto de escribir el libro “Agua para el desarrollo” cuyo principal tema trata sobre los problemas del vital íquido y sus soluciones.

Pudiera ser un libro más para engrosar el curriculum propio y presumir a las amistades. Pero hasta donde mejor pude, procuré describir los problemas respecto al tema y compartir algunas soluciones de fácil aplicación para la gente y una orientación para los tomadores de decisiones.

Entre los problemas más importantes están la reducida disponibilidad de agua en el subsuelo, la acelerada pérdida de la vegetación y especies animales terrestres y acuícolas, la erosión y pérdida de la capacidad productiva de las tierras, la gran contaminación a la que ya nos acostumbramos por aguas residuales en las corrientes, la desvinculación del sector educativo para formar a los recursos humanos necesarios para las actuales necesidades y, el cambio climático que demanda 7 veces más recursos para el pago por daños de fenómenos naturales.

Muy grave es que no hayamos desarrollado aún una cultura del agua que permita cuidar el recurso como uno de los bienes más preciados. Hemos creído que este recurso es muy abundante en la naturaleza y no le hemos dado el valor que tiene. Por eso lo desperdiciamos, todos se preocupan por abastecerse de agua, pero nadie se preocupa por el agua después de ensuciarla.

Revisar los contenidos educativos para incluir los temas del agua, el medio ambiente y el cambio climático es una tarea pendiente de la escuela que ya no puede esperar. También formar profesionistas de nivel técnico y licenciatura en manejo de cuencas, seguridad alimentaria, tratamiento de aguas residuales, agricultura de conservación y administración del agua.

Captar, almacenar y aprovechar la lluvia en el campo para mejorar la productividad agroalimentaria; captar y aprovechar la lluvia de las construcciones en los centros de población; impulsar el doble uso del agua para la agricultura y la acuacultura; desarrollar, validar y transferir tecnología sobre métodos alternos de tratamiento de aguas residuales que hasta hoy sólo han privilegiado sin éxito la adopción de plantas de tratamiento; y, fortalecer la reforestación con especies de mayor crecimiento o técnicas como la reforestación aérea por semilla, son algunos temas que se deben ya de abordar.

Lo anterior describe algunas de las propuestas que expuse al presentar el libro anteriormente mencionado en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, en el marco del I Foro Latinoamericano de Responsabilidad Hídrica, organizado por Agua y Saneamiento este país. Es algo de lo que he venido proponiendo y haciendo desde el año de 1994 con el apoyo de Manuel Bartlett Díaz, Melquiades Morales Flores y Mario Marín Torres, respectivamente.

Sé que se ha avanzado algo, pero es mucho más lo que falta por hacer.

Será porque allá nadie me conoce, pero puedo asegurar que estas propuestas interesaron mucho a la audiencia.

Cuando uno expone estos temas, en tu lugar de origen pocos te creen, hace falta que venga alguien de otro lugar a decirte lo que aquí te han dicho desde hace ya mucho.


@jimenezmerino
Fb: alberto.jimenezmerino

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