domingo, 9 de agosto de 2015

Las necesidades de la gente, conocer para entender y atender... por Alberto Jiménez Merino

La ley de dar y no esperar es la regla más importante para el éxito humano. Quien da, quien ayuda, no debe poner ninguna condición, aunque es muy difícil quitarse esta tentación. 

Es imposible conocer las necesidades de las personas si no se han vivido, si no se les escucha y si no hay la voluntad de ayudarles.

En un recorrido por la zona florícola productora de rosas del municipio de San Salvador el Verde, en el estado de Puebla, revisamos los proyectos que habíamos apoyado hace 7 años.

La experiencia de todos es mayor ahora, hay nuevas necesidades y hay mejor tecnología disponible. 

Se reconoce que los invernaderos deben ser por lo menos 2 metros más altos que los originales y, la calefacción es indispensable para mayor producción, calidad y menor riesgo de pérdidas. 

Se requiere, también, de formar recursos humanos propios de las comunidades y organizaciones florícolas, desarrollar variedades propias o comprar las patentes, nuevos productos y, además, buscar o crear nuevos mercados. 

En muchas de estas actividades, hemos observado quese necesita de la participación de las universidades, una mayor vinculación para que los futuros profesionistas sean más pertinentes y puedan promover más impactos en este y todos los sectores productivos.

Desde un cómodo escritorio, es imposible saber lo que requiere la gente. Por eso, el Secretario de Agricultura del Gobierno de la República, Enrique Martínez y Martínez, instruyó, desde el primer día de su responsabilidad, dejar las oficinas y con los pies en la tierra atender a los productores en los campos y mares.

No se pueden estar inventando programas por ocurrencias o porque así lo hacen en tal o cual país. Cada estado, cada municipio y cada comunidad son diferentes. 

Como ejemplo, el municipio de Tehuitzingo tiene 28 pueblos, siete están a la orilla del río Atoyac, dos están pegados a la montaña, uno cuenta con una presa, los restantes en el valle y a orillas de barrancas. 

Puebla es uno de los estados con más municipios en la República, 217 en su haber, y 6 mil 900 comunidades, de las cuales 6 mil 500 tienen menos de 2 mil 500 habitantes, y todos ellos con diferentes características, tanto geográficas como poblacionales y productivas que la convierte en una entidad compleja.

En un recorrido por San Pedro Yeloixtlahuca, comprobamos el enorme esfuerzo que realiza la gente para emprender o innovar buscando mejores condiciones de vida. 

Visitamos un proyecto de berenjena con riego por goteo y acolchado con extraordinarios rendimientos, un gran ejemplo que no se había visto en toda la historia agrícola de la Mixteca Poblana.

En otro caso, un proyecto innovador de cultivo de maíz asociado con calabaza zampola para obtener grano y semilla de esta última, que permita ingresos por hectárea superiores a 40 mil pesos con un sólo riego de auxilio ante la escasez de agua en la región.

Otro proyecto exitoso visitado, fue el de cría y engorda de cerdos realizado por un grupo de mujeres emprendedoras. 

Ellas empezaron con 30 reproductoras, apoyadas por el Gobierno del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y hoy tienen más de 250 crías y planes de crecimiento, además, ya prepararon a su técnico inseminador, un joven de 16 años que reafirmó su deseo de ser médico veterinario zootecnista. 

Pero quizás, lo más importante es que las participantes están cargadas de esperanza y motivación y muy convencidas de que el camino de la productividad es lo único que mejorará sus condiciones de vida.

En la reunión de conclusiones se expresaron muchas necesidades, una lista interminable de rezagos con un reclamo constante y real a la autoridad, a todos los órdenes de gobierno. 

El mayor de todos, posiblemente sea el que se refiere a que casi nadie los escucha; será por una falta real de tiempo o por no querer comprometerse con ellos o, porque muchas veces no hay recurso que alcance para todo lo que nuestra gente pide o porque son muchos los pueblos y no da tiempo ir mas que con helicóptero en visita de doctor, o en último de los casos, por falta de voluntad y compromiso con los sectores a los que no se pertenece. 

Vaya usted a saber! Pero de que la gente se ha cansado de que no la escuchen, lo puedo afirmar.

Escucharlos y preguntarles qué saben y quieren hacer, que necesitan para hacerlo y evaluar con ellos la viabilidad de su deseo o necesidad, es el punto de partida para establecer políticas públicas y programas de apoyo para promover el desarrollo de los pueblos. 

Hacerlos partícipes y corresponsables de lo que se va a hacer es fundamental para el progreso social. 

Los pobres no quieren limosna, quieren apoyo para emprender, necesitan medios y recursos para producir. Si en verdad se desea ayudar a alguien, pregúntale cómo y no adivines ni pienses por él. 

@jimenezmerino
Fb: alberto.jimenezmerino


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