lunes, 12 de mayo de 2014

La dictadura en medios aliados de Moreno Valle



Columna publicada en Status Puebla
Escrito por Alejandro Mondragón

Vaya contrasentido se vive en los medios de comunicación de Puebla aliados del régimen: un infierno en el cielo.

Juan Carlos Valerio, director de noticias de TV Azteca, se mueve en los márgenes peor estrechos de la información.

Aún no le perdonan su papel de moderador en el debate del 2010 en donde dejó pasar las ofensas del candidato del PRI, Javier López Zavala, contra el padre del hoy gobernador Rafael Moreno Valle por su presunto encarcelamiento en Milán, Italia, por un fraude.

Valerio tampoco impidió, aunque estaba acordado entre los equipos de campaña que el moderador sancionaría cualquier golpe bajo, que López Zavala se burlara de la sexualidad del mandatario.

Si sigue en TV Azteca es por Raymundo Alonso, pero no se puede equivocar; es mejor dar opiniones en silencio.

Otra conductora de noticias es Mari Loli Pellón, pero en Televisa Puebla. Con una amplia trayectoria en la empresa de Emilio Azcárraga, goza del apoyo del consorcio.

Al iniciar el sexenio, divulgó en su noticiero la falta de apoyo del sistema DIF estatal a discapacitados, lo que provocó el malestar en Casa Puebla.

Esa vez también pidieron su cabeza. Televisa no se la concedió. Las presiones desde aquella vez a la fecha se mantienen y arrecian hacia Gerardo Jean, el director del canal local.

Así como lo digo: es el infierno que se vive en el cielo morenovallista. En El Sol de Puebla saben bien a lo que me refiero.

Si hay convenio con los dueños de los medios de comunicación, los periodistas o comunicadores no pueden desobedecer lo que decida el gobierno en sus espacios informativos, pues de lo contrario tendrán los días contados.

Hay casos atípicos como en Radio Oro, donde la mala relación se registra hacia el dueño Antonio Grajales, pero no con el director de noticias, Iván Mercado, a quien consideran uno de los suyos.

Curioso que los Grajales perdieron la administración de la 9.20 de AM (Radiorama), semanas después de abrir los micrófonos al candidato a la dirigencia del PAN nacional, Ernesto Cordero, quien lo primero que pidió fue la renuncia de Moreno Valle del gobierno de Puebla por usar el cargo para operar por Gustavo Madero.

El control con el Tripack o Tres Hélices, como también se conoce el acuerdo único comercial para los medios que engloba los presupuestos del gobierno del estado, Ayuntamiento de Puebla y la BUAP, va en la ruta ganadora del control.

La dictadura en medios. Si así trata a los aliados, ¿se imagina a los enemigos?

Los periodistas o comunicadores tienen prohibido criticar, abrir espacios a opiniones diferentes o disidentes al poder, deben despedir colaboradores incómodos, unificar notas con cabezales y contenidos iguales.

En algunos casos, los dueños de medios han entregado sus claves de operación de portales para que desde las áreas de comunicación puedan subir o bajar textos.

Es motivo de castigo hasta dar un like o RT en redes sociales a reportes que vayan contra la propaganda de medios del poder.

Quienes obedecen sin preguntar y sirven de informantes, reciben además de su sueldo en el medio donde laboran, su chayote, favores, plazas laborales en el gobierno para familiares, becas para sus hijos o parientes y hasta, ¿por qué no?, convertirse en socios de algún nuevo portal.

Los dueños de medios que aceptan formar parte del proyecto morenovallista reciben todos los negocios desde gasolineras hasta obra pública o renta de bodegas. No mamen.

La semana pasada le expuse el caso de Cinco Radio, donde en una reunión entre Moreno Valle, Antonio Gali, Alfonso Esparza, Fernando Crisanto y Héctor Alcudia le pidieron a Doña Coral Cañedo la cabeza del influyente periodista Javier López Díaz.

Dije que era la cuarta vez que lo pedía el mandatario durante su sexenio y que Cinco Radio además de quedar sujeta al Tripack había sufrido una reducción del 30 por ciento en su acuerdo publicitario, tras negarse a dar la cabeza de López Díaz.

En una carta sin membrete oficial ni referir su cargo, el señor Fernando Crisanto me envió una misiva en la que niega se haya pedido la cabeza de Javier y recortado 30 por ciento el convenio comercial a la empresa de Doña Coral.

Esa es su versión, pero mi fuente, que estuvo presente en la reunión, me ratificó lo publicado en este espacio y me dio nuevos datos que ya compartiré.

Lo importante es que Crisanto no niega la reunión, el lugar donde se llevó a cabo, incluyendo a los protagonistas, como tampoco la aplicación de un convenio anticonstitucional como lo es el Tripack.

El gobernador y su equipo confunden lealtad con miedo. Muchos en los medios esperan la hora en que se vayan para cobrarles todas y cada una.

Reproduzco la misiva de marras, tal y como me llegó: