domingo, 8 de marzo de 2015

Cooperación internacional para la innovación y el desarrollo

Alberto Jiménez Merino
En el desarrollo socioeconómico es imprescindible conocer a quienes ya resolvieron lo que para nosotros aún es problema y obtener sus experiencias y colaboración. Y hay que buscarlos donde estén, en el pueblo, en el municipio, en el estado, en el país o en otros países.

He tenido la fortuna de conocer lo que hacen en Chile (fruticultura), en Cuba (agricultura familiar), en India (agua y seguridad alimentaria) o en China y Colombia con el bambú.

A través de un convenio entre la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR) del Gobierno del estado de Puebla y el Instituto Nacional de Investigaciones Fundamentales de la Agricultura Tropical (INIFAT), firmado en 2006, fue posible que 16 profesionistas poblanos se prepararan en Cuba sobre agricultura familiar urbana y periurbana.

El huerto y la granja familiar en el patio han sido una forma milenaria de cultivar plantas y criar animales para obtener alimentos e ingresos, practicada empíricamente por 8 de cada 10 familias en Puebla. De las 525 millones de unidades productivas que existen en el mundo, 445 millones tienen menos de dos hectáreas.

Con el apoyo de INIFAT, creamos el Programa Seguridad Alimentaria, porque la pirámide productiva de Puebla describe que 80 por ciento de los productores son de autoconsumo y sólo 20 por ciento producen excedentes. No puede ser que este gran sector se mantenga solamente con apoyos asistenciales.

Si no se resuelve la alimentación de las familias, no puede resolverse el problema de la pobreza. Pero la alimentación no puede resolverse sin la producción de al menos una parte de los alimentos requeridos. No hemos apoyado el desarrollo de una cultura productiva, porque no existen los suficientes apoyos para los más pobres.

Con el propósito de mejorar la productividad de la caña de azúcar, en 2007 también promovimos un convenio entre la SDR y el Ministerio del Azúcar de Cuba. Fueron testigos del mismo los líderes cañeros en turno. De allí surgieron acciones como los análisis de suelo, que luego extendimos al maíz, el control biológico de plagas, como el gusano barrenador del tallo de la caña, y la creación de laboratorios para la producción de insectos contra plagas.

Un convenio con el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas de Chile (INIA) en 2007, firmado en Puebla entre el gobernador y el director general de este organismo internacional, permitió la visita de técnicos chilenos para capacitar y asesorar a productores de nogal de Castilla en San Nicolás de los Ranchos y varios municipios de Puebla. Los chilenos nos abrieron una nueva visión del nogal y ya estamos viendo resultados, me dijeron los productores hace dos semanas.

Con el Instituto Nacional Chino del Bambú, en ocasión de asistir al Décimo Aniversario de la Red Internacional del Bambú y el Ratán (INBAR), firmamos en Hang Zhou en 2007 un convenio de colaboración para el intercambio tecnológico y la formación de recursos humanos. De allí se desprendió la formación de un joven poblano que realizó una estancia en China y de la que se obtuvo como resultado la creación de la cerveza de bambú BAMBUSA, que se produce en Cholula.

Con el apoyo de la Federación Nacional de la Guadua de Colombia y mediante un convenio firmado en 2006, tuvimos la visita de capacitadores al Centro de Transformación del Bambú de Hueytamalco. Nos enseñaron diversas técnicas y la producción en línea, hasta entonces desconocida. Todos hacían piezas de bambú, haciendo todas las etapas.

En mi carácter de coordinador de los diputados federales de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en la LXI Legislatura, firmé un Acuerdo de Cooperación con la Federación Nacional de Biocombustibles de Colombia, para promover la producción de etanol, combustible de caña de azúcar.

Muchos aprendizajes he tenido de los productores poblanos y de otras partes del país. También de Holanda, la producción y comercialización de flores; de España, la construcción y manejo de invernaderos; de Alemania, el aprovechamiento del viento y de Brasil, la agricultura y ganadería tropical.

Una gran parte de las entrevistas que me hacen los medios de comunicación, antes como Secretario de Desarrollo Rural y ahora como delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), están encaminadas a saber cuántas hectáreas se han afectado por fenómenos climatológicos, cuántas cabezas de ganado se han perdido por afectaciones, cuánto han subido los precios o bajado las ventas. Casi nadie pregunta por los avances, las innovaciones las mejoras. Parece que las buenas noticias no son noticias publicables. Con mi mayor respeto y agradecimiento a todos los medios de comunicación.




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